Buenos días amigos de regalacuento. Hoy me ha costado un poco más ponerme a escribir por que anoche tuvimos un poco de jaleo… Se ve que se encontraron Garfio con el pirata Roberts y los cañonazos no me dejaron dormir. Supongo que la mayoría sabéis de quién os hablo, ¿no? Si no algún día haré un compendio de clásicos para ver con los niños.
Pero hoy quería hablar de las Smart Schools. Y por si alguno no estudió mucho inglés en el colegio, o no ha tenido oportunidad de echar un vistazo al estupendo recurso que os dejamos el otro día para aprender inglés, os lo traduciré: Las escuelas inteligentes.
¿Qué son las escuelas inteligentes?
Smart Schools es un programa dentro del Proyecto Cero de Harvard. Las escuelas inteligentes son aquellas que se mantienen atentas a los progresos en el campo de la enseñanza y aprendizaje. Por tanto es necesario que estén informadas de todos los avances y ser reflexivas y dinámicas para poder aplicarlos.
Además, para que una escuela sea considerada Smart School debería seguir siete directrices con las que lograr una buena educación. Estas directrices están basadas en dos puntos:
- El aprendizaje es consecuencia de pensar, por lo que todos los estudiantes deben aprender a pensar bien.
- El aprendizaje debe incluir una profunda comprensión para permitir un uso flexible y activo del conocimiento.
Como comprenderéis, estos principios afectan mucho a la práctica docente, al día a día y la metodologia de profesores y maestros.
Con estos principios se genera una estructura para las escuelas con una visión de comunidad educativa enfocada en el razonamiento y una comprensión en profundidad. Esto genera respeto para todos sus miembros y forma a personas preparadas para afrontar un mundo con una sociedad muy diversa de manera responsable.
Las 7 directrices que toda escuela inteligente debe seguir
Las siete directrices o elementos claves de las escuelas inteligentes son los siguientes. ¡Atentos, padres! ¡Atentos, profes!:
1. Conocimiento generador.
Las escuelas deben seleccionar los contenidos que más beneficien a sus alumnos. El punto inicial para el modelo de Escuela Inteligente es la identificación y estructuración de los contenidos que aporten mayor potencial al desarrollo de sus alumnos.
2. Inteligencia que puede ser aprendida.
Al contrario del pensamiento tradicional que tiende a ver la inteligencia como una cualidad fija, investigaciones en el Proyecto Cero indican que los estudiantes pueden mejorar su modo de pensar incrementando su nivel de inteligencia. La integración de una educación de alto nivel en las diferentes asignaturas junto con la creación de una cultura en el colegio que defienda este punto, puede tener un efecto muy positivo en el aprendizaje de los estudiantes. Además esto favorece el modo en el que ven sus propias habilidades generando confianza en sí mismos. Es un regalo para su autoestima.
3. Centrado en la comprensión.
Con tanta información al alcance de la mano de los estudiantes, a menudo se pierde la importancia de que los niños comprendan lo que están estudiando. En las escuelas inteligentes los alumnos deben demostrar una comprensión profunda, a diferencia de la enseñanza clásica en la que priman los resultados.
4. Enseñanza para el dominio y la transferencia.
Un importante dicho en educación es que los estudiantes aprenden aquello para lo que se sienten motivados y tienen oportunidad de aprender. Por tanto las técnicas de enseñanza deben facilitar a la vez que motivar. Además debe ayudarse al alumno a relacionar lo que está aprendiendo con nuevos contextos. Esto es lo que llamamos transferencia. De este modo se aumenta enormemente la probabilidad de que los alumnos aprendan mejor y hagan un uso activo de su aprendizaje. ¿Has oído alguna vez que hasta que no eres capaz de enseñar algo, no lo has aprendido? Pues eso.
5. Evaluación centrada en el aprendizaje.
Se emplea la evaluación como herramienta reflexiva con la que potenciar el aprendizaje. Se involucra a los alumnos, además del profesorado para que éstos asuman la responsabilidad por la calidad de su trabajo y aprendizaje.
6. Aceptando la complejidad.
Es necesario que los estudiantes sepan manejar y resolver situaciones y problemas complejos. Esto es necesario para poder llegar a una comprensión y pensamiento profundos. En las Escuelas Inteligentes los estudiantes se encuentran con situaciones complejas que les ayudan a desarrollar habilidades y tolerancia para la complejidad. Al mismo tiempo, los niños comienzan a desarrollar un sentido de emoción ante los problemas difíciles. También se apoya a los profesores en la gestión de las complejidades en los nuevos puntos de vista y prácticas.
7. La escuela como organización de aprendizaje.
Una de las mejores ideas es que en las escuelas no solo deben crecer los niños. Todo el personal que está en ellas debe crecer también. Cada escuela debe ser un lugar en el que se fomente la búsqueda de intereses intelectuales y colaboraciones profesionales. Para que en una organización el aprendizaje se considere un éxito, ésta debe tener estructuras que permitan colaborar a todos los miembros de la comunidad escolar. Todos deben ser partícipes en las decisiones y el control del colegio. De este modo este podrá cambiar dinámicamente a medida que cambian las necesidades y visión de la comunidad. En resumen, una dinámica personalizada para cada colegio o escuela, para cada comunidad de profesores y maestros.
Una escuela que siga estas directrices preparará a sus alumnos para los retos futuros de la vida real. Quizás tendremos que plantearnos hacer algo así con los niños perdidos aquí en nuestra cueva-taller en la que como sabéis, hacemos los mejores regalos para profes.