Cocinando con los niños

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Estamos de puente, en plena campaña de regalacuento. Y aunque estamos muy liados preparando los mejores regalos para profes, siempre hay tiempo para pasar con nuestros duendecillos. Y es que entre un cuento para un profesor y otro cuento personalizado para profesoras, es importante sacar un ratillo para estar con ellos e irles transmitiendo nuestra sabiduría. Por esta razón que hoy he decidido pasar un buen rato cocinando con los niños.

Ventajas de cocinar con los niños

Cocinar con los niños tiene muchas ventajas aunque lo primero que puedas pensar es que lo dejarán todo perdido. Olvida tus manías y disfruta de la frescura de los niños. Cocinar con tus hijos es una manera divertida de pasar el rato con tus hijos a la vez que ellos aprenden algo. Hay que inculcarles la importancia de la limpieza y el orden, aunque lo más importante es transmitirles el amor por la cocina.

Saber cocinar y moverse por una cocina les facilitará su vida de adulto. También aumenta la autoestima del niño al crear algo con sus propias manos. Como es algo que ha hecho él, siempre le será más fácil comerlo. Por lo que además de cocinar les transmites la importancia de comer todo y del trabajo que hay que desempeñar. Así los niños no sólo serán más independientes, sino que valorarán más el tener un plato de comida cada día, ya que saben el esfuerzo que significa cocinar.

Un momento para pasar con los hijos

Pasa el rato cocinando con los niños supone un momento para estar juntos y estrechar lazos. Podéis aprovechar para hablar con ellos, preguntarles por lo que les gusta, sus sufrimientos… La cocina potencia la concentración del niño y la memoria. Que a la vez que lo hace como un juego se relaja y va inconscientemente memorizando los pasos a seguir para realizar la tarea.

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Recetas para hacer con niños

Antes de poneros manos a la obra, tenéis que ponerles delantales, trapos o alguna camiseta que os de igual qué ensucien. Recordad que lo importante es pasarlo bien. También hay que hacer accesible la encimera a los niños. Para esto podemos usar taburetes y sillas.

Empezad con recetas fáciles como bizcochos, galletas e id ampliando poco a poco la complejidad de las recetas. A los niños les encanta pringarse las manos mezclando los ingredientes mientras poco a poco admiran como queda su obra.

Buscando recetas, cocinando con los niños

Es muy fácil encontrar recetas para hacer con los niños, y si estos tienen cierta edad pueden incluso buscarlas ellos mismos. Echando un vistazo rápido hemos encontrado entrantes, primeros y segundos platos y postres. Algunas de estas recetas tienen formas muy divertidas, que animarán a los peques a cocinar con nosotros.

¿Recordáis cuando hablamos de juegos clásicos? Pues hemos encontrado una tarta con forma de Rayuela. También hay magdalenas con forma de araña. Y es que a veces la presentación es casi tan importante como los ingredientes que le pongamos. Y si no, fijaos en este sandwich con carita para que los niños coman verdura, o estos muñequitos de atún y pepino.

Las empanadillas también son fáciles de hacer y pueden ser dulces y saladas.

Nos despedimos y os dejamos con un vídeo para que aprendáis a hacer una deliciosa tarta de galletas de mano de una pequeña gourmet.

¡Muchas gracias por estar ahí! Nos encanta compartir estos ratos con vosotros. Pero ya… Cerramos la cocina y volvemos a elaborar nuestros cuentos personalizados para profesores, que tenemos el taller a todo trapo. ¡Hasta la próxima!

Estableciendo hábitos de lectura en los niños

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Hola a todos los papás y mamás lectores. Desde luego, que estéis leyendo esto ya es señal de que tenéis un buen hábito, y como no: queréis lo mejor para vuestros hijos. Que os guste leer ya es un buen punto de inicio, ya que los niños imitan lo que ven en sus padres. Vamos a hablar hoy de este tesoro que supone la lectura. Cómo elegir libros, y que estos sean un verdadero regalo para nuestros hijos.

Leerles desde pequeños

Establecer el hábito de lectura empieza antes de que el niño aprenda a leer. La imaginación de los niños se puede educar. Si a un niño lo acostumbramos a contarle historias, generamos en su mente la capacidad de transformar las palabras en una historia que puede visualizar en la cabeza. Si optamos por ponerlo delante de la televisión, su mente no hará ese esfuerzo, por lo que le será más difícil en un futuro verse atraído por un cuento escrito.

El problema no termina aquí, si no que al no entrenar esta habilidad, le costará mucho más comprender textos escritos o charlas orales. Por tanto, es importante que desde pequeños aprovechemos esos primeros años a leerles primero, y a estar con ellos cuando empiezan a saber leer.

La lectura debe ser agradable

Cuando el niño empieza a leer, debe asociar la lectura con algo agradable. Por ejemplo, antes de ir a dormir puede tener un rato para leer. El ratito del cuento que antes teníamos con ellos pasa a ser algo propio. El niño accede a aventuras que alimentan sus sueños.

No es necesario esperar a que la escuela les mande leer. De ese modo leer un libro no será hacer más deberes. Se convierte en algo natural y no es una obligación.

Si el niño tiene hermanos pequeños, puede ayudarnos a leerle cuentos y con el tiempo podemos dejar que él sea el encargado de leerles. De ese modo además de inculcarle el hábito de la lectura, le permitimos responsabilizarse de su hermanito.

Cuentos adecuados a su edad

Los cuentos deben ser acordes a su edad. Al principio, sobre todo si los leemos nosotros, es importante que tengan dibujos. De este modo los niños también sienten que participan mirando las imágenes. Después podemos preguntarles qué les ha parecido, si hubieran cambiado algo, etc.

Tener una biblioteca variada

Es importante que los niños tengan libros variados a su alcance. De este modo podrán decantarse por los temas que más les interesen. Si no tenemos demasiados libros en casa, podemos acompañarles a la biblioteca y hacerles el carnet. Así les estaremos ofreciendo un mundo entero de literatura.

En regalacuento hacemos cuentos que les encantan. Si el niño es muy pequeño, al principio se los leerá su profe o vosotros, papás y mamás. Pero poco a poco lo cogerá para leerlo por sí solo. O para ver las fotos. Porque es un libro en el que su clase son los protagonistas. Y es que nuestros cuentos, además de ser un regalo para profes son toda una experiencia para la clase entera.

Otras herramientas

Además de enseñarle a leer, también podemos hacer que el pequeño participe más en la historia. Hay muchos formatos para que el niño se sienta atraido: libros con juegos y pasatiempos incluidos en la lectura, libros en los que el niño escoge lo que quiere que haga el protagonista (del tipo Elige tu propia aventura) o incluso comics, que ofrecen una lectura más ligera con una mayor carga de imágenes. Pueden ser una ayuda para que el niño acabe pasando a cuentos o libros normales.

También hay otras herramientas como los cuentos colaborativos, en los que el niño además de leer puede escribir. De esta forma participa mucho más directamente en el desarrollo de la historia mientras trabaja en equipo. Es una experiencia que hace que el niño se enganche a no solo a leer si no a crear historias.

El último paso, cuando el niño anhela crear historias, es participar con él en juegos de rol. De esa forma, además de avivar su fantasía le hacemos compartir la experiencia con sus amigos.

Juego simbólico o juegos de rol.

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Ser friki está de moda. Hace un tiempo sonaba raro que una mami estuviera leyendo artículos por internet y ahora mírate. Lo más normal del mundo. Si eres papi, también aplica. O hace años pensar en comprar un cuento personalizado para profesores por Internet, como hacéis en regalacuento, era ciencia ficción… y ahora, ¡cada vez nos pedís más! El caso es que lo que hace años era raro, hoy en día es lo más normal del mundo. Y aunque antes jugar a juegos de rol sonaba a que el niño era rarito, el rol es algo mucho más común de lo que se piensa.

El rol y los niños pequeños

De hecho, los niños lo practican desde pequeños. El rol consiste en asumir el papel de un personaje. Una niña con una muñeca, está asumiendo un rol: la muñeca es el bebé, y la niña asume el rol de mamá o su médico. Cuando los niños juegan a policías y ladrones, también están asumiendo un rol.

Desde pequeños, los niños juegan a esto sin saberlo, y a través de esos juegos practican las habilidades sociales a la vez que se despiertan su creatividad e imaginación. Pero además de estos juegos a los que pueden jugar sin casi planearlo y las historias en que se meten, hay muchos juegos que establecen reglas para que todo sea más estimulante y divertido. Estos juegos, que emplean las técnicas que ya usan nuestros peques se llaman juegos de rol.

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En esas edades al rol lo llamamos juego simbólico

Cuando los niños asumen un papel, o cambian su entorno para divertirse lo llamamos juego simbólico. Se utiliza la imaginación para crear un guion, unos personajes y una historia. Los peques se convierten en princesas, hadas, sirenas o príncipes que van a luchar contra dragones. La cuchara se transforma en un avión y el niño es un monstruo que se lo come. Y así hasta donde llegue su imaginación…

Los cuentos de regalacuento también despiertan la imaginación

De hecho, cuando los niños ven dibujitos o al contarles un cuento, quieren ser un personaje del cuento. Con los regalos para profes de regalacuento también se estimula la imaginación. Los peques se ven incluidos en una historia fantástica. Incluso pueden ver su foto junto a la de sus compañeros y se sienten parte de un juego mayor.

Beneficios del juego de rol

A través del juego simbólico, los peques se forman una imagen del mundo que les rodea. Favorece en los niños el desarrollo cognitivo y emocional. Despierta la imaginación. También se aprenden y practican rutinas sociales al imitar a sus padres o a otros.

Ayuda a que los niños desarrollen el lenguaje y que representen ideas y situaciones mentales. Un adulto puede obtener mucha información del estado del niño observando su juego.

Del juego independiente al juego compartido

Durante los primeros años, los niños tienen una mentalidad más egocéntrica y prefiere jugar solo. Hacia los cuatro o cinco años van pasando a un juego compartido. Igual que con nuestros cuentos, en que los niños encuentran un escenario en el que participan con otros, con el rol pasa lo mismo. Con los juegos de rol los niños comparten un escenario y unas normas. Empiezan a desarrollar su tolerancia y el respeto a los demás.

Un buen juego fomentará la colaboración entre los compañeros para conseguir un fin. Sus normas ayudarán a los peques en este paso hacia un juego más maduro. Mañana seguiremos hablando de juegos de rol, y pondremos algún ejemplo de los que existen para niños pequeños.