Los peligros que esconden las redes sociales para los menores

Buenos días. Ayer hicimos una introducción a cómo el uso de internet, las redes sociales y los móviles podían afectar a nuestros peques. Sin embargo no hablamos de la gente con quien pueden encontrarse, y es que bajo el anonimato que proporcionan las nuevas tecnologías se puede esconder cualquiera. Además es mucho más difícil que los padres sepamos con quién se relacionan nuestros hijos.

Amistades peligrosas

Mediante las redes sociales, los pequeños pueden conocer a mucha gente. Nuestros padres nos preguntaban sobre nuestros amigos, los veían al salir de clase, etc. Hoy, la tecnología hace muy difícil que podamos conocer a las amistades de nuestros hijos y es muy fácil que perdamos el control sobre las personas con quien se relacionan nuestros hijos.

Muchas de estas personas son desconocidos. Es importante que los niños sean conscientes de esto: un amigo de Internet no es un amigo real. Además con esto ya no sabemos con quien se relacionan nuestros hijos. No podemos discernir si son buenas personas o si tienen madurez y buenas costumbres. Las redes sociales tampoco están exentas de casos de bullying e incluso se extorsiona a través de ellas.

ordenador
Las redes sociales pueden alejar al niño de su entorno. Los peques pueden empezar a tener malas actitudes. Incluso es posible que empiecen a confiar más en extraños que en la gente que tienen alrededor. El anonimato de estas redes da cierta sensación de libertad e impunidad. Pero ciertos comportamientos provocados por esa sensación pueden llegar a cambiar el carácter de un niño.

No es necesario que estos contactos sean malas personas para ofrecer malas ideas a nuestros pequeños. Es posible que sin mala intención le hablen de anorexia, bulimia o vigorexia como algo bueno, e incluso nuestros niños pueden unirse a comunidades que defiendan estos temas. También hay gente que contagia negativismo, ansiedad o vías de pensamiento que llevan a la depresión. Hay incluso casos de personas que empujan a otros al suicidio a través de las redes sociales. Esto que parece exagerado, es real y está en auge. El caso más conocido es el de la ballena azul, un juego que comienza con pruebas autodestructivas en las que se va preparando al niño para una última que consiste en suicidarse.

Personas que no son quienes dicen ser

Además de las compañías no deseadas, en internet es común encontrarse con personas que no son quienes dicen ser. Existen varios comportamientos, tristemente muy extendidos, por los que personas se crean un perfil falso. Generalmente son adultos que se hacen pasar por niños para acceder a información con una finalidad perversa. Esto se conoce como grooming y es posible que el adulto sea un pedófilo que pretenda conseguir fotografías o incluso secuestrar al pequeño.

grooming
En las redes sociales nunca sabes lo que puedes encontrar, y es posible que alguien no sea quien dice ser. Hay pederastas y el peligro de abusos, chantajes y secuestros es más real de lo que puede parecer.

Cualquier persona, al acceder a una red social, debe ser consciente de lo que comparte y con quién lo comparte. Los niños, muchas veces no lo son, y cualquier foto que publiquen puede ser aprovechada por un adulto. Estas fotos podrían acabar en páginas para pedófilos. Y esto o cualquier desliz del menor, puede ser aprovechado por malas personas. Cualquiera podría chantajear o extorsionar y conseguir cualquier cosa del niño o niña.

La clave es la precaución y mantener la confianza con nuestros hijos

Para evitar esto, es importante mantener una relación de confianza con nuestros hijos. Si quieren acceder a las nuevas tecnologías, deben poder ser libres para contarnos lo que les sucede. Si vemos a nuestro pequeño preocupado, retraído o si empieza a necesitar conectarse más de la cuenta, es posible que haya algo raro. No es cuestión de alarmarse, pero sí que hay que ser conscientes de los peligros que conlleva el acceso a internet y a las redes sociales. Los padres deben revisar la configuración de privacidad de las redes sociales, así como comprobar con quien se relacionan sus hijos para asegurarse de que están seguros y de que tienen comportamientos sanos.

En regalacuento hemos tenido una experiencia relacionada con este tema que nos ha resultado paradigmática. Una youtuber de moda en el mundo infantil, el canal de Superdivertilandia, habló de nuestros cuentos, y lleva ya más de dos millones de reproducciones.

Pues bien, nos entraron pedidos de todo el mundo hispanohablante de niños pequeños. Pedían su cuento, nos hablaban por facebook, por twitter, por mail, por atención al cliente de la web… Nos dimos cuenta la cantidad de menores con los que hablábamos que no tenían ningún tipo de supervisión, siendo muy pequeños.

Más arriba tenéis el vídeo, en el que se hablaba de nuestros cuentos personalizados para profesores, para que os hagas una idea. Es un ejemplo muy blanco, pero que puede hacernos pensar en la autonomía que alcanzan los menores si tienen acceso a redes sociales.

Mañana seguiremos hablando de la edad ideal en que los niños pueden empezar a acceder a estas tecnologías.